sábado, 29 de abril de 2017

Adega Faustino

ADEGA FAUSTINO


Chaves (Municipio de Chaves) PORTUGAL
Las ciudades fronterizas portuguesas que lindan con la provincia de Ourense, a buen seguro que no son tan conocidas como las que lo hacen con Pontevedra. Este es el caso de Chaves, menos conocida que Valença do Minho o Caminha, pero con gran encanto también.


Para comer nos recomendaron varios sitios pero, por ser una taberna típica y ambientada, nos decantamos por la Adega Faustino. Está situada en el centro de la ciudad, dentro de una calle donde hay varios restaurantes y algún pub. Es un local amplio, construido en lo que debió de ser una nave. 


Su carta es muy extensa y destaca por tener precios económicos para lo que en principio son las raciones en Portugal. De entrante pedimos unas empanadillas de camarón que nos recomendó el camarero. No estaban mal, pero tampoco eran nada del otro mundo. Es más echamos de menos las tipicas mantequillas saladas, los buñuelos de bacalao o las aceitunas negras que suelen poner en otros sitios de Portugal.


Detrás probamos el bacalao de la casa, algo que no suele fallar en ningún restaurante portugués. La ración no era muy grande y lo cierto es que -sin estar malo- nos decepcionó un poco, máxime cuando era un sitio que nos recomendaron desde el propio hotel y en algún foro. Una lasca de bacalao, mucha cebolla, algún pimiento y aceituna adornando, bastante aceite y ya está, nada diferente a lo que podemos comer en España.


Detrás, de nuevo siguiendo las recomendaciones del camarero, pedimos lombelo grelhado, o lo que es lo mismo, solomillo de cerdo a la brasa. Y las sensaciones, de nuevo, fueron las mismas: nada nuevo de lo que podemos comer en España que, en definitiva, es lo que estamos buscando. El solomillo era una ración correcta, estaba hecho al punto y venía acompañado de una ración de patatas. Eso si, al César lo que es del César, la ración era muy barata (7€).




Al final, como vimos que la cosa no era como esperábamos, decidimos obviar el postre y pedir la cuenta para evitar más decepciones. Todo lo anterior, más dos cervezas y una botella de agua, por 26 €. Si lo comparas con España, no es caro, pero para lo que uno está acostumbrado a comer en Portugal no lo recomendaríamos. Seguro que en Chaves hay mejores opciones.

Bar El Molín

BAR EL MOLÍN


Cangas del Narcea (Concejo de Cangas del Narcea)
Teléfono 985818871 / 606617722

Cangas del Narcea es uno de los concejos en los que mejor puedes comer en Asturias, sobre todo en lo que se refiere a la cocina tradicional asturiana. Sin embargo, fruto de la casualidad, nos comentaron acerca de un bar en el que preparaban unas pizzas originales. Así que decidimos ir a probarlo.


El local es el típico que puedes pasar por delante de él y pasa completamente desapercibido, ya que a primera vista no vimos nada que hiciese referencia a las pizzas. El negocio está regentado por argentinos, con lo que ya le encontramos una explicación a lo de que las pizzas eran diferentes a las que estamos más habituados.



Las pizzas son de masa gruesa, esponjosas, y puedes escoger entre dos tamaños (las de la foto, para 2-3 personas, son las más grandes). Los ingredientes son muy variados y puedes escoger alguna de las especialidades que te propone la casa o hacerlas a tu gusto. 

Si llevas prisa, es recomendable encargarlas por teléfono ya que te las hacen al momento y entre que las preparan y las cocinan, pueden pasar tranquilamente 30-40 minutos. A nosotros nos gustó mucho, al ser un tipo de pizza completamente diferente a las que estamos habituados a comer. Su precio oscila entre los 8 y los 13-14 €, según el tamaño.

martes, 18 de abril de 2017

Colher d´Pau Taberna

COLHER D´PAU TABERNA


Braga (Municipio de Braga) PORTUGAL
Braga es una de las ciudades portuguesas más bonitas. Con un crecimiento constante, pero organizado y respetando su inmenso patrimonio histórico, ya es la tercera ciudad más poblada de Portugal, sólo por detrás de Lisboa y Oporto. 


La oferta gastronómica de la ciudad es enorme, así que nos decidimos por uno de los establecimientos con mejores críticas en los foros de internet: la Taberna Colher d´Pau. Está a menos de 100 m del arco de entrada a la antigua muralla y es un local bastante pequeño, por lo que se llena con relativa facilidad. Nosotros, aprovechando el buen tiempo, preferimos comer en su terraza, pequeña pero coqueta.


Comenzamos con los entrantes típicos. La verdad es que son los más escasos que nos pusieron en Portugal desde que tenemos uso de razón: 10 aceitunas, una mini ración de bonito con mayonesa para untar y un corte diminuto de mantequilla especiada. Si fuera cortesía de la casa, me callaría porque sería un detalle hacia nosotros, pero cuando te cobran 3€ por esto... 



Para empezar pedimos uno de los platos que recomendaba la casa como especialidad, la espetada de polbo y gambas. La verdad es que pedimos completamente a ciegas y esperábamos otra cosa, algo tipo brocheta, y no lo que nos sirvieron. Aquello era un plato con dos buenos cachos de pulpo, dos gambas, unas patatas cocidas con piel y salsa tártara. El pulpo estaba bueno, el resto correcto, sin mas. El precio, caro (15 €) para ser Portugal.


Para detrás, decidimos probar uno de los platos que más recomendaba la gente que había acudido a este establecimiento en Tripadvisor, el bacalao con nata. De mano había algo que no nos cuadraba y era el precio (10 € nos pareció barato para una ración, aparte de no ofrecer la posibilidad de media ración como en la mayor parte de los restaurantes). Cuando nos trajeron la ración lo entendimos todo, y es que el plato no es bacalao en sí. Es como un revuelto de patatas con migas de bacalao, cebolla y nata, todo compacto y gratinado por arriba. El plato está muy bueno pero no puedes venderlo como bacalao porque de todos los ingredientes es el que menos lleva.


De postre, probamos la tarta de lima, que estaba buena pero tampoco era nada del otro mundo. Base de galleta, una crema estilo pastelera y arriba como un merengue con sabor a limón.

El precio final de todo esto y una botella de agua grande, fue de 36,50 €. No es caro, máxime si tenemos en cuenta que comimos a la carta y en terraza. Pero, entre la lentitud extrema de la camarera, su falta de empatía con el cliente, y las altas expectativas con las que llegábamos tras leer críticas en intenet, salimos un poco desilusionados.

Restaurante O Manel

RESTAURANTE O MANEL


Viana do Castelo (Municipio de Viana) PORTUGAL

De nuevo visitamos la ciudad portuguesa de Viana do Castelo, aprovechando unos días de vacaciones. Si en la anterior visita os comentábamos nuestra experiencia en el Restaurante O Vasco, en esta ocasión decidimos variar y probar otro de los restaurantes con más nombre de la zona: el Restaurante O Manel.


El local se encuentra ubicado en la zona anexa al río Limia, en donde hay más restaurantes. Si puedes, y el tiempo lo permite, no dudes en comer en su terraza exterior y disfrutar de las vistas. 


Fieles a la tradición portuguesa empezamos con los entrantes de la casa. En esta ocasión, buñuelos de bacalao y empanadilla de camarón. Sorprendentemente, no nos pusieron ni mantequilla salada, ni queso para untar ni aceitunas.


Comenzamos con el único tipo de bacalao que tenían en la carta. En este caso iba acompañado únicamente de cebolla y pimientos, y estaba muy bueno. La foto, corresponde a media ración, ojo al pedir que son muy grandes.


Para detrás, nos dejamos aconsejar por el camarero que nos atendió y probamos uno de los platos típicos del norte de Portugal: los rojoes a moda do Minho. Se trata de un plato hecho a base de trozos de carne de cerdo muy especiados, chouriço de cebola, bolachas, patatas y tripas enfarinhadas. Sin duda fue un plato que, aunque a priori no invitaba a probarlo, realmente nos encantó. La foto, al igual que en el caso anterior, corresponde a media ración.


Los rojoes se sirven acompañados de un bol de arroz.


Y llegados a los postres, decidimos probar en primer lugar la tarta de lima, otro plato que vimos en muchos restaurantes de la zona. Hecha a base de galleta, una especie de mouse con un sabor muy parecido al yogur del mismo sabor y decorado con virutas de lima. Sin estar malo, quizás esperábamos algo diferente


Otro de los postres fue la tarta de galleta y caramelo. No estaba a la altura de la que nos comimos en el Restaurante Fortaleza (Valença do Minho), pero estaba rica

A la hora de pagar, todo lo anteriormente expuesto, más dos botellas de agua mineral grandes, un panaché (clara de cerveza) y un café, por 36 €. Regalado, y más aún comiendo en la terraza exterior, y con un servicio de camareros muy atento y bastante rápido. Repetiremos fijo.