Café Bar Trafalgar

café BAR trafalgar

Santiago de Compostela (Concello de Santiago)

Teléfono 981584729

Cuando uno visita Santiago y su casco viejo hay ocasiones en la que, lejos de encerrarse en restaurantes más convencionales, lo que uno más desea es perderse entre sus calles y empaparse del ambiente de alterne que las caracteriza. Existen numerosas tascas para ello, pequeños locales con una decoración austera y vetusta pero que, sin embargo, esconden una oferta gastronómica que es ideal para acompañar informalmente a unos vinos. Este es el caso de nuestro destino de hoy: El Bar Trafalgar

El Bar Café Trafalgar se encuentra en la Rúa Raiña, haciendo esquina con la Rúa do Franco, más céntrico imposible. Se trata de una tasca típica de los 70-80, sin ningún glamur, así que si queréis ir es mejor ir mentalizándose de lo que vas a encontrar allí. Eso si, el ambiente es auténtico, con una mezcla de turistas y parroquianos de la zona que le dan su punto. Además, si el tiempo acompaña, dispone de una pequeña terraza que te permite picar algo mientras ves el bullicio de las arterias principales del casco viejo compostelano.

Su oferta no pasa de ser unas 10-12 tapas y, al contrario de lo que pueda parecer, es la base de su éxito porque las dominan y no se complican la vida. El plato estrella son los mejillones tigre rabiosos, que son famosos por todo Santiago, pese a que no se corresponden con lo que la mayoría entendemos por mejillones tigre (esos fritos con el mejillón troceado, cubierto de bechamel y pan rallado). 

En este caso son unos mejillones al vapor acompañados de una salsa "rabiosa" que pica bastante, pero que les da su punto. Nosotros los hemos probado y estaban muy buenos; eso si, una ración para una persona se hace un poco pesada y llega a cansar. Lo ideal una para cada 2-3 personas para entrar en "calor".

Detrás nos pedimos una ración de Pulpo a Feira, que estaba muy rico. Ración correcta, bien cocido y con su punto de pimentón y sal, aunque algo escaso de aceite de oliva. 

Y finalmente, unos pimientos de Padrón, plato que nunca falta en nuestras visitas a Galicia, siempre que estemos en temporada. Muy buenos y, como dicta la tradición, unos pican y otros no (afortunadamente, la mayoría).

A la hora de pagar, estas tres raciones, más cuatro cañas de cerveza, todo ello servido en terraza, por 27 €. Muy bien

En resumen, el Bar Trafalgar es un sitio austero y con una carta muy específica e ideal para tapear de manera informal a un precio económico, teniendo en cuenta que estás a escasos 200 m de la catedral. Volveremos

Restaurante A Barrola

restaurante a BARROLA

Santiago de Compostela (Concello de Santiago)

Teléfono 981577999

El casco viejo de Santiago de Compostela, en las inmediaciones de la catedral, presenta un entresijo de calles en las que se pierde el visitante, que muchas veces es también peregrino. A la hora de escoger, es difícil decantarse por alguno, si se carece de referencias, dado que la oferta es muy amplia y variada.

Nosotros hemos escogido el Restaurante A Barrola, situado en plena Rúa do Franco, una de las arterias principales del casco histórico compostelano. El local tiene una barra según entras a mano derecha, con varias mesas para picar algo, y un pequeño comedor al fondo.

Nosotros nos fuimos al comedor del fondo. Manteles de tela, servicio y atención muy buena, y rapidez en el servicio. De entrante pedimos unos chipirones plancha, plato que nos gusta mucho comer y que en Galicia suelen bordar.

El tamaño y la presentación eran muy buenas, y el plato prometía mucho, sin embargo el chipirón venía templado tirando a frío, un fallo notable. No sé si fue por esto o porque no le supieron dar el punto pero, sin estar malos, no nos convenció mucho.

Detrás pedimos un arroz Rias Baixas, que llevaba pescado (creo que era congrio), gambas, langostinos, chipirón y berberechos. La ración muy buena, con dos raciones podrían comer perfectamente tres personas. El arroz en su punto, cosa que es de agradecer porque en pocos sitios saben darle este punto. Y de sabor, muy bueno. Para nosotros sólo dos "peros": uno, que le metieron cebolla al sofrito, cosa que bajo nuestro punto de vista le mata sabor al arroz. Y dos, le echaron bastante laurel, que le mataba un poco el sabor a mar. Pero bueno, en ambos casos son manías personales que no desmerecen para nada a un buen arroz por 25€ ambas raciones.

A la hora de pagar, todo esto, mas dos cañas, una botella de agua y un café (invitó la casa), por 47 €. No es barato pero, quitando el incidente de los chipirones, el resto lo merece y se pagan a gusto. No hay que olvidar que a escasos 100 m está la catedral y eso encarece la zona notablemente.