jueves, 29 de junio de 2017

El Llagar de Cabueñes

EL LLAGAR DE CABUEÑES

Gijón (Concejo de Gijón)
Teléfono 985133631
Con la llegada del buen tiempo, además de irse a la playa, una de las cosas que más apetece es irse a tomar el vermú y a picar algo a un merendero. En Gijón los fines de semana, como no reserves, es prácticamente imposible hacerte sitio en uno. O al menos, a raíz de lo que vimos en el Llagar de Cabueñes, en uno de los buenos. Y es que llegamos a este sitio por casualidad sin llegar a entender cómo era posible que un establecimiento con buen aparcamiento y una terraza muy apañada estuviera medio vacío cuando los de los alrededores estaban llenos hasta la bandera.



La carta es bastante amplia, con platos de cocina y otra parte de parrilla. De entrante pedimos una de las ensaladas que nos recomendó el camarero que nos atendió. La primera en la frente. Una ensalada con cuatro rodajas de tomate, tres pimientos, un trozo de rulo de queso de cabra sin marcar en la plancha, y un poco de lechuga. Y todo ello regado generosamente con una especie de mermelada de arándanos. Sobre gustos no hay nada escrito pero, al menos para nosotros, fue la ensalada más floja que hemos comido fuera de casa en mucho tiempo. Máxime cuando era un plato de carta y, a juzgar por una mesa que teníamos al lado que también la pidieron, no fuimos los únicos en pensar eso.



Para picar también habíamos pedido unos tacos de lomo al cabrales. La ración, como se puede ver, más bien escasa, el lomo reseco y tieso como la mojama, y acompañado con una salsa de cabrales muy del montón. Segunda decepción.



A continuación nos llegó el picadillo con setas al cabrales, que lo habíamos comido en la Sidrería Carión (Pola de Somiedo) y nos había encantado, así que aquí decidimos probarlo. La ración es correcta, pero sigue faltándole algo a la cocina porque es un plato sencillo que no nos acabó de convencer a ninguno de los comensales. Tercera decepción



Finalmente cerramos la comida con unos escalopines al cabrales. Ni con esas. Otro plato que no tiene mayor complicación y que nos decepcionó. El rebozado algo aceitoso, la carne extremadamente reseca y la ración muy justa. El cabrales en la línea de lo comentado en el plato anterior. Cuarta decepción.



Visto lo visto, no nos aventuramos a pedir postre. Por si fuera poco, el servicio es extremadamente lento (hasta en 3 ocasiones tuvimos que pedir la cuenta). La cuenta ascendió, con agua y un café, a 55 €. Precio que consideramos caro, máxime si tenemos en cuenta la relación calidad-precio que encontramos. No creo que volvamos. En pocos sitios hemos salido tan descontentos.

sábado, 17 de junio de 2017

Restaurante El Catalín

RESTAURANTE EL CATALÍN


 Tazones (Concejo de Villaviciosa)
Teléfono 985897113
Tazones es uno de los pueblos más pintorescos y con encanto de toda Asturias. Su oferta gastronómica es muy amplia y se centra, sobre todo, en los productos del mar. La mayoría se agrupan en la zona del puerto pero éste se encuentra un poco escondido si nunca has ido. Llegar es fácil, según bajas, solo tienes que coger un ramal que sale unos 200-300 metros a la derecha antes de llegar al parking público de Tazones. Desde ahí unos metros más adelante ya encuentras el cartel del restaurante


El local es bastante amplio. Cuenta con una terraza a la entrada, un comedor en la zona del mostrador y otro más atrás con vistas al puerto de Tazones. Su carta es bastante amplia y, a tenor de lo que vimos que comía la gente, destacaríamos los pescados y mariscos. No obstante, vimos un menú cerrado que tienen -y del que nos habían hablado muy bien- y decidimos probarlo en nuestra primera visita.

Para empezar nos sirvieron un arroz con almejas que estaba muy bueno. La ración es grande (la foto corresponde a dos raciones) y da para servirse un par de buenos platos. La almeja es grande y buena, así como la salsa que la acompaña.


Detrás nos dieron a escoger entre carne guisada con almendras o pimientos rellenos de marisco. En ambos casos las raciones eran correctas. La carne guisada estaba rica pero -y esto es algo personal- para nuestro gusto podría estar un pelín más tierna.


Los pimientos rellenos de pescado y gambas, a priori, son un plato sencillo pero que no todo el mundo domina. Los que nos sirvieron estaban muy buenos y su relleno no tiene nada que ver con los sucedáneos de marisco (tipo palitos de mar) con los que rellenan los pimientos en otros establecimientos. 


De postre nos quedamos con una tarta casera que hacen allí (si mal no recordamos creo que se llamaba Maria Luisa o algo similar), con una especie de crema pastelera y merengue horneado por encima. Muy buena y contundente.


También probamos la tarta de avellana, que estaba muy rica.



Y, cuando ya estábamos planeando bajar hasta las terrazas de más abajo para tomar el café, nos aparecen con una bandeja con café, leche y unas galletas para que nos sirvamos a nuestro gusto. Sin duda un detalle por parte de la casa.



El precio de este menú de la casa fue de 20€/persona, bebida y café incluidos. Un precio bueno y del que salimos muy satisfechos. Nos queda pendiente, en una futura visita, probar alguno de sus pescados, mariscos y arroces, que tenían muy buena pinta. Volveremos fijo porque, sin ser barato, es un sitio con encanto y más que recomendable para darse un capricho