SIDRERÍA lA PARROQUIA
Oviedo (Concejo de Oviedo)
Teléfono 984283567
Una vez que se acerca Mayo, uno sabe que el tiempo se vuelve un poco impredecible y, lo mismo le da por llover como por tener un día de calor de caerse los pájaros. Y en esos días, especialmente de fin de semana, a veces a uno no le apetece nada coger coche y prefiere salir a tomar algo por su zona. Sin embargo, y es algo que no alcanzo a entender, la mayoría de los restaurantes tienen la manía de subir los precios de los menús, llegando incluso hasta a incrementar un 100% su coste de entre semana. Unos te dicen que es porque mejoran el menú, cosa que dudo, y otros para incitar a la gente a tirar de carta. Sea cual sea el motivo, creo que se equivocan.
El caso es que por la zona de la Plaza Pedro Miñor, al final de la calle Valentín Masip, hay varios restaurantes y sidrerías, bastante concurridos a la hora del vermú. Muchas veces, uno está tan a gusto que le apetece empalmar vermú con comida, porque aunque la crisis apriete, los menús son siempre una buena opción.
En nuestro caso miramos varios sitios y el que más nos gustó fue el de una sidrería, con muy buena pinta: La Parroquia. Se trata de un local moderno, espacioso con una terraza fuera y un comedor al fondo. Lo primero que te llama la atención es el buen servicio que tiene, gente atenta y muy amable.
Después de tomar una sidra, pasamos a comer. El primer detalle es que el pan es recién horneado, cosa que se agradece. De primero nos ofrecieron una paella o fabada asturiana. No hubo unanimidad y cayeron los dos platos. La fabada era muy buena ración ya que, como mandan los cánones en Asturias, te ponen la perola en la mesa para que te sirvas lo que quieras. La faba entera, tierna y sabrosa, con el caldo espeso y bien ligado. Muy buena.
La paella es de marisco, a base de arroz del de toda la vida, nada de ese arroz brillante que nunca se pasa y que tan poco nos gusta. El grano sin pasar, y buen sabor.
De segundo, nos ofrecieron entre otras cosas lenguado relleno y solomillo con cebolla caramelizada. El lenguado relleno estaba muy bueno. La ración no era muy grande, pero después del primer plato la verdad es que no había sitio para mucho. Muy recomendable.
El solomillo, tampoco era una ración muy grande, lo justo, pero estaba muy rico. La cebolla caramelizada siempre le da un punto especial a este plato.
De postre, flan de queso casero. Muy bueno, suave, cremoso y nada empalagoso. Eso si, después de haber comido todo lo anterior costaba acabárselo.
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