Sidrería la corraina
Gijón (Concejo de Gijón)
Teléfono 984391911
Desde hace una temporada veníamos escuchando muchos comentarios acerca de una sidrería en la que organizaban periódicamente muchas jornadas y en donde tenían muchas clases de cachopos. Hoy decidímos ir a comprobar en primera persona qué tal se come en la Sidrería La Corraina.
El local corresponde a la típica sidrería, donde no hay tabiques entre el comedor y el bar, todo se fusiona en uno. Presenta una carta variada y un menú del día por 7 €, con 5 primeros y 5 segundos a elegir. Nosotros directamente tiramos de carta.
De entrante pedimos una ensalada de queso de cabra, cecina, cebolla caramelizada y manzana asada. La idea era comer algo suave para dejar paso a un segundo más contundente, pero nada más lejos de la realidad. La ración era enorme, con lechuga y tomate para un regimiento, todo ello cubierto con cecina, con un rulo de queso de cabra en medio. La cecina con corte fino y muy rica, el rulo de queso de cabra, un poco deformado y quizás insuficiente para tanta cecina. Estaba todo muy rico pero, lo dicho, ración exagerádamente grande.
Detrás, uno de sus platos estrella, el cachopo de ternera relleno de jamón, queso y pavo. Es un plato enorme, para comer 2-4 personas por su contundencia. En primer lugar, su rebozado es muy crujiente y está rico, pero es grueso y contundente. Después el tamaño de la carne es tipo sábana, de corte fino pero muy grande.
Y finalmente el relleno, contundente donde los haya. Mucho jamón, queso y pavo, pero además iba con especias o un adobo que, para muchos, puede resultar exquisito o muy pesado. En resumen, o te encanta o lo aborreces, no hay termino medio.
Un buen detalle que tienen es que lo que te sobra te lo preparan para llevar a casa, aunque con semejantes raciones, a ver quien cena
Al final, todo esto mas una botella de sidra y otra grande de agua, por 41 €. El sitio no es caro si sabes pedir bien, y ajustar la cantidad de comida al número de comensales, por lo grande que son las raciones. Si no, puede pasarte como a nosotros que, sin terminar el entrante, ya estábamos casi llenos.
El local corresponde a la típica sidrería, donde no hay tabiques entre el comedor y el bar, todo se fusiona en uno. Presenta una carta variada y un menú del día por 7 €, con 5 primeros y 5 segundos a elegir. Nosotros directamente tiramos de carta.
De entrante pedimos una ensalada de queso de cabra, cecina, cebolla caramelizada y manzana asada. La idea era comer algo suave para dejar paso a un segundo más contundente, pero nada más lejos de la realidad. La ración era enorme, con lechuga y tomate para un regimiento, todo ello cubierto con cecina, con un rulo de queso de cabra en medio. La cecina con corte fino y muy rica, el rulo de queso de cabra, un poco deformado y quizás insuficiente para tanta cecina. Estaba todo muy rico pero, lo dicho, ración exagerádamente grande.
Detrás, uno de sus platos estrella, el cachopo de ternera relleno de jamón, queso y pavo. Es un plato enorme, para comer 2-4 personas por su contundencia. En primer lugar, su rebozado es muy crujiente y está rico, pero es grueso y contundente. Después el tamaño de la carne es tipo sábana, de corte fino pero muy grande.
Y finalmente el relleno, contundente donde los haya. Mucho jamón, queso y pavo, pero además iba con especias o un adobo que, para muchos, puede resultar exquisito o muy pesado. En resumen, o te encanta o lo aborreces, no hay termino medio.
Un buen detalle que tienen es que lo que te sobra te lo preparan para llevar a casa, aunque con semejantes raciones, a ver quien cena
Al final, todo esto mas una botella de sidra y otra grande de agua, por 41 €. El sitio no es caro si sabes pedir bien, y ajustar la cantidad de comida al número de comensales, por lo grande que son las raciones. Si no, puede pasarte como a nosotros que, sin terminar el entrante, ya estábamos casi llenos.
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