restaurante La Calenda
Siones (Concejo de Oviedo)
La comida italiana es una de la que más adeptos tiene. En las grandes ciudades abundan los restaurantes italianos, aunque luego no todos son auténticos como dicen y se convierten en sucedáneos. Sin embargo, en un pequeño pueblo del Concejo de Oviedo, nos encontramos con un restaurante italiano auténtico, de los que realmente merece la pena. En Siones, visitamos el Restaurante La Calenda.
Su ubicación es en medio de un entorno privilegiado, en medio de los valles que rodean al Balneario de Las Caldas. Es una casa, la primera según llegas a Siones. Unas mesas abajo, junto a la barra del bar, y arriba el comedor principal.
Su dueño es italiano y bastan 5 minutos con él para darte cuenta de que no vas a fallar con sus platos. Lo ideal es dejarte aconsejar por él porque mezcla la tradición italiana con toques autóctonos de Asturias. Como buen italiano, empezamos con una variedad de panes.
Detrás empezamos el ágape con unos Raviolli de ricotta y brocoli con ragout de langostinos. Muy rico, aunque llevando verduras como la brócoli el sabor se puede explotar bien poco.
A continuación, Tortelli integrales de corzo con salsa de champiñones. Exquisito, muy buena tanto la pasta como la salsa. Muy recomendada.
Por último, Casarecce carbonara, exquisitos. Y como apunte, tal y como nos comentó el dueño, la carbonara no lleva nata, eso fue algo que metieron algunos para hacer la salsa más fácil. Pero la original, no lleva mas que el bacon, la clara, parmesano y pimienta. Además de ricos, mucho mas finos y sabrosos que con la nata.
De postre, un helado de canela casero muy rico.
Y también panacotta, muy rico.
Y, puestos a probar, el capuccino. Nada que ver con los sucedáneos que sirven en muchos bares. Realmente merece la pena.
A la hora de pagar, todo esto, más dos botellas grandes de agua por 44 euros. Muy bien. Volveremos fijo.
PD: Atentos fines de semana porque preparan menús muy completos.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Después de una temporada sin visitar La Calenda, decidimos aprovechar el buen tiempo que nos brindó este mes de Mayo (2017) e ir hasta allí para ir a comer a su terraza. Como es costumbre, nos dejamos aconsejar por su dueño para probar alguna cosa nueva.
Empezamos con el antipasto veneciano, un entrante típico del la región del Véneto según nos contaron. Por un lado tenía como un paté a base de bacalao desmigado y aceite de oliva. En otra parte como una vinagreta con pulpo y mejillones. Y finalmente unos bocartes con cebolla caramelizada y pasas. La verdad es que no nos gustó mucho.
Otra de las recomendaciones que nos hicieron fueron los spaguettis caccio e pepe, una receta sencilla a base de queso pecorino y pimienta. Es una versión totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados por su sabor suave y sin salsa acompañando. Buena, sin mas.
Por último unos casarecce carbonara, que nunca faltan en nuestra visita y que siguen siendo lo que más nos gusta.
De postre, uninimidad a la hora de pedir un plato típico, el tiramisú. No es muy grande la ración, pero está muy rico.
Por todo esto, más la bebida y un capuccino, 46 €. No es barato pero merece la pena pasarse por allí de vez en cuando.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Después de una temporada sin visitar La Calenda, decidimos aprovechar el buen tiempo que nos brindó este mes de Mayo (2017) e ir hasta allí para ir a comer a su terraza. Como es costumbre, nos dejamos aconsejar por su dueño para probar alguna cosa nueva.
Empezamos con el antipasto veneciano, un entrante típico del la región del Véneto según nos contaron. Por un lado tenía como un paté a base de bacalao desmigado y aceite de oliva. En otra parte como una vinagreta con pulpo y mejillones. Y finalmente unos bocartes con cebolla caramelizada y pasas. La verdad es que no nos gustó mucho.
Otra de las recomendaciones que nos hicieron fueron los spaguettis caccio e pepe, una receta sencilla a base de queso pecorino y pimienta. Es una versión totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados por su sabor suave y sin salsa acompañando. Buena, sin mas.
Por último unos casarecce carbonara, que nunca faltan en nuestra visita y que siguen siendo lo que más nos gusta.
De postre, uninimidad a la hora de pedir un plato típico, el tiramisú. No es muy grande la ración, pero está muy rico.
Por todo esto, más la bebida y un capuccino, 46 €. No es barato pero merece la pena pasarse por allí de vez en cuando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario