lunes, 1 de julio de 2013

Restaurante Casa Perico

RESTAURANTE CASA PERICO

La Regla (Concejo de Cangas del Narcea)


El fin de semana había doble motivo para estar en Cangas del Narcea: por un lado las fiestas del Arbolón y, por otro, el Torneo de Baloncesto de Cangas del Narcea. Siempre por estas fechas caen muchos equipos para el Torneo y cangueses en el exilio para la fiesta, por lo que decidimos ir a comer a las afueras para evitar largas esperas en los lugares habituales de la villa canguesa.

Nuestro destino hoy: Casa Perico. Para llegar hasta allí, una vez llegues a Cangas del Narcea, debes coger la carretera dirección a Cerredo y, a unos 7 km, sin desviarte, se encuentra el pueblo de La Regla/La Riela, donde al final del mismo, justo en el cruce que sale para tirar dirección a Ibias, se encuentra Casa Perico.

Se trata del mítico bar-tienda de pueblo de toda la vida pero que ha sido reformado y, yo diría que hasta ampliado. Tiene un pequeño aparcamiento justo delante para unos 7-10 coches pero, si no tienes suerte, porque el sitio tiene mucha caída y tiene sus clientes habituales, puedes dejarlo en las inmediaciones a un lado de la carretera.


Nada más entrar te encuentras con lo que debió ser el bar tienda original. Rápidamente, te pasan al fondo donde te encuentras con un comedor nuevo, amplio, espacioso y con un reservado al fondo para celebraciones o reuniones que así lo requieran. Las mesas son amplias, las sillas consistentes y el mantel y las servilletas de tela. El agua mineral en botella de cristal y la carta de vinos correcta. Promete la cosa

A la hora de pedir íbamos todos con la idea de probar los afamados cachopos de la casa, de los que se hablan mil historias, a cada cual mejor. Sin embargo, nada más decirnos el menú, hubo gente que se borró del cachopo y se tiró al menú, que también era tentador.

El servicio es rápido y muy atento. Mientras nos decidíamos a pedir o no, nos pusieron un aperitivo de croquetas de cabrales con nueces, que estaban exquisitas. Los primero en llegar fueron los primeros platos del menú: el famoso pote de berzas del suroccidente. 


El pote estaba muy bueno, con una textura idónea, ni muy aguado ni tampoco de esos que  son una pasta compacta en donde no se diferencian las patatas, las berzas y las fabas. Muy sabroso, con cierto aire picante y con buen embutido, cosa que cada día valoro mas. Muy recomendado si te gusta el pote de berzas y, encima, con la ventaja de que lo tienes la mayor parte de los días en el menú.


Para los que no pedimos menú, pedimos de entrante unos rollitos de cecina rellenos de crema de queso y membrillo. Buena presentación y buen sabor. Había probado recientemente otros en un bar de la zona, bastante más afamado, y éstos no le tenían nada que envidiar. La cecina con el corte en su punto y con el relleno en su justa medida para que el contraste de sabores sea adecuado. Si te gusta combinar sabores y quieres un entrante ligero, es una buena opción.

Detrás, de segundo plato, todos teníamos lo mismo: cachopo de ternera. Los del menú, después del pote, tendrían una versión mucho más reducida y, los del aperitivo ligero, tendríamos ante nosotros el famoso cachopo de Casa Perico.


Primero llegaron los cachopos del menú, de un tamaño considerable. Muchos sitios que dicen poner cachopos abundantes en sus cartas deberían pasarse por Casa Perico y ver qué tamaño tiene el cachopo del menú aquí.


Y por fin apareció el cachopón que nos había traído hasta aquí. Sinceramente, si no es el más grande de los que vi en Asturias, cerca debe estar. De mano, ya impresiona. El rebozado es fino y para nada grasiento. Los dos filetes son de un grosor considerable pero, aunque yo soy más de filetín fino, he de decir que son pura manteca, se deshacen tan fácil y es tan buena carne que, hasta para un maniático de los filetes finos como yo, comería este cachopo sin ponerle ningún "pero". El relleno muy bueno, en su medida, buen queso fundido, nada de tranchetes, y unas finas lonchas de jamón serrano. La verdad es que normalmente se pide un cachopo por persona, pero este, si lo pides a la carta, como mínimo es para compartir dos personas. Recomendadísimo si eres fan del cachopo. Está a la altura del cachopo de La Manduca o Casa Ricardo, palabras mayores.



De postre, hay un montón de platos apetecibles, pero con semejante fartura era una pena intentar probar cosas nuevas porque no íbamos a apreciarlas bien, así que nos tiramos a la tarta de queso y dejamos las probaturas para otra ocasión, porque repetiremos seguro.

Sobre los precios, muy barato para lo que comimos. El menú del día con café 9,50 €, con la perola y la bandeja para repetir (cosa que os llama la atención a los que no sois del norte). El entrante 9 € y el cachopo 23 €. 

En resumen, sin lugar a dudas, un sitio que merece la pena porque tiene una de las mejores cocinas del suroccidente asturiano y a muy buen precio. A más de uno le va a sorprender su carta. Y para los cachopistas, parada obligatoria.

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