martes, 18 de abril de 2017

Colher d´Pau Taberna

COLHER D´PAU TABERNA


Braga (Municipio de Braga) PORTUGAL
Braga es una de las ciudades portuguesas más bonitas. Con un crecimiento constante, pero organizado y respetando su inmenso patrimonio histórico, ya es la tercera ciudad más poblada de Portugal, sólo por detrás de Lisboa y Oporto. 


La oferta gastronómica de la ciudad es enorme, así que nos decidimos por uno de los establecimientos con mejores críticas en los foros de internet: la Taberna Colher d´Pau. Está a menos de 100 m del arco de entrada a la antigua muralla y es un local bastante pequeño, por lo que se llena con relativa facilidad. Nosotros, aprovechando el buen tiempo, preferimos comer en su terraza, pequeña pero coqueta.


Comenzamos con los entrantes típicos. La verdad es que son los más escasos que nos pusieron en Portugal desde que tenemos uso de razón: 10 aceitunas, una mini ración de bonito con mayonesa para untar y un corte diminuto de mantequilla especiada. Si fuera cortesía de la casa, me callaría porque sería un detalle hacia nosotros, pero cuando te cobran 3€ por esto... 



Para empezar pedimos uno de los platos que recomendaba la casa como especialidad, la espetada de polbo y gambas. La verdad es que pedimos completamente a ciegas y esperábamos otra cosa, algo tipo brocheta, y no lo que nos sirvieron. Aquello era un plato con dos buenos cachos de pulpo, dos gambas, unas patatas cocidas con piel y salsa tártara. El pulpo estaba bueno, el resto correcto, sin mas. El precio, caro (15 €) para ser Portugal.


Para detrás, decidimos probar uno de los platos que más recomendaba la gente que había acudido a este establecimiento en Tripadvisor, el bacalao con nata. De mano había algo que no nos cuadraba y era el precio (10 € nos pareció barato para una ración, aparte de no ofrecer la posibilidad de media ración como en la mayor parte de los restaurantes). Cuando nos trajeron la ración lo entendimos todo, y es que el plato no es bacalao en sí. Es como un revuelto de patatas con migas de bacalao, cebolla y nata, todo compacto y gratinado por arriba. El plato está muy bueno pero no puedes venderlo como bacalao porque de todos los ingredientes es el que menos lleva.


De postre, probamos la tarta de lima, que estaba buena pero tampoco era nada del otro mundo. Base de galleta, una crema estilo pastelera y arriba como un merengue con sabor a limón.

El precio final de todo esto y una botella de agua grande, fue de 36,50 €. No es caro, máxime si tenemos en cuenta que comimos a la carta y en terraza. Pero, entre la lentitud extrema de la camarera, su falta de empatía con el cliente, y las altas expectativas con las que llegábamos tras leer críticas en intenet, salimos un poco desilusionados.

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